jueves, 3 de septiembre de 2015

rugby por la paz


La historia del partido de rugby por la paz que jugarán ex combatientes argentinos y británicos en Londres

Se desarrollará el 21 de septiembre en el estadio Richmond; el Papa Francisco bendecirá la pelota del partido; Alejandro Diego, el veterano que convenció a los otros argentinos
Por Jeremías Prevosti | canchallena.com

Aejandro Diego era veterano de guerra. En diciembre de 2012, recibió una invitación para regresar a las Islas Malvinas. Pero un deseo aún lo invadía: matar ingleses. "Es muy fuerte ver cómo bajan tu bandera y suben otra. De repente, estás sin nada, en otro país, con el recuerdo de los amigos que acabás de enterrar. Eso te lleva a forjar ese sentimiento". Él no había matado, y eso también le generaba una sensación de vacío, de deuda no cumplida. Todo cambió en sus primeros dos viajes a suelo malvinense, más de 30 años después de haber combatido.
"Allá, me encontré con otro argentino que sí había matado ingleses durante la Guerra y nunca lo pudo superar. Vivía con eso día a día. También conocí a un isleño que, con 16 años, avisaba al ejército británico cuando se aproximaba un ataque argentino. Un día vio cómo volaron un avión y, pese a sus rezos para que el piloto salga despedido, se sintió responsable de esa muerte. Lloró, se arrodilló y me pidió disculpas. Yo también lloraba, y nos abrazamos. Ahí cambié, ahí me sané", cuenta Alejandro Diego, con un dejo de emoción, en la presentación del Encuentro de Rugby por la Paz, en el que participarán veteranos argentinos y británicos, junto a innumerables estrellas del deporte.
El partido, que tiene como principal impulsor la organización Rugby Sin Fronteras, dirigida por Bautista Segonds, y que también cuenta con la bendición del papa Francisco, se jugará el 21 de septiembre en el estadio Richmond de Londres, que fue cedido sin costo gracias a las gestiones de Rodrigo Roncero y Felipe Contepomi, quienes deberán dar a cambio una clínica para los jugadores del club, y Agustín Pichot. Pero todo estuvo cerca de quedar en un sueño cuando parecía imposible convencer a los ex combatientes.
El proyecto siguió su curso gracias a la gestión de Alejandro Diego. Con el mismo mensaje de paz que sugiere en cada frase, muchas veces de manera implícita, consiguió sumar a 14 veteranos argentinos. Eso sí: no resultó nada fácil. "Fue bastante complicado porque tenés muchas posturas. Por un lado, ex combatientes que no quieren juntarse con la oficialidad y que me preguntaron: «Si van oficiales, nosotros no vamos». Después, tenés veteranos de guerra que continúan con la idea de matar ingleses y que me han dicho: «Si voy al estadio de Wembley, lo orino». También hay otros, que son más como yo, que son de buscar la paz. Y ahí encontré", narra el veterano, quien nunca jugó al rugby y que será el capitán de su equipo, en una charla con canchallena.com.
¿Y el contacto con los ex combatientes británicos? "Inglaterra es un país que está en guerra desde hace 1500 años y que nació en base a guerras. Una vez que terminan la guerra, ellos están acostumbrados a decir: «Esto fue una guerra, un "partido", y después soy amigo de mi enemigo, no tengo ningún problema». Del lado de ellos, total apertura", revela Diego. Un dato importante: cada equipo contará con ex combatientes de ambos países. Sí, un mezcladito.
Diego, Segonds y Roncero, durante la presentación.  Foto: Rugby Sin Fronteras
Y agrega: "Me encantaría que esto sea un puntapié inicial. Sueño que a partir de esta unión de veteranos argentinos y británicos nos podamos hacer amigos de manera personal. Nos encantaría invitarlos a Buenos Aires para que ese partido tenga su réplica acá. Y ojalá haya un tercer partido que sea en las Malvinas".
Además de Roncero y Contepomi, también participarán otras personalidades destacadas en el encuentro por la paz, como el ex Puma Pedro Ledesma, el ex capitán de la selección uruguaya Jorge Zerbino, el ex All Black Doug Howlet, los irlandeses Ronan O'Gara y Alan Quinlan, el escritor John Carlin -autor de El factor humano, que cuenta cómo el rugby fue clave en Sudáfrica para dejar atrás las diferencias creadas por el apartheid- y el ex capitán italiano Federico Pucciarello.
"Es lindo poder hacer un partido por la paz con algo que tiene una carga de emoción tan fuerte, como son los veteranos argentinos e ingleses. A nosotros nos llena de orgullo, pero la verdad es que lo fantástico será la participación de los ex combatientes. Que se pueda jugar un partido por la paz sin fin alguno me parece que es lo mejor que le puede pasar al rugby y a la sociedad", le cuenta a este medio Roncero, quien no volvió a jugar al rugby desde su despedida con la selección argentina ante Australia, en 2012. "Pensé que no iba a jugar más, pero me entusiasmo esto. Ahora me voy a poner tapones bajitos. ¿Cómo estoy? A veces salgo a correr un poco, pero el tema de golpearme lo estoy pensando", confiesa, entre risas, en una conversación informal con otros invitados.
 
Los ex combatientes se abrazan en las Islas Malvinas.  Foto: Rugby Sin Fronteras
Durante la presentación del evento, que se desarrolló en un local de la avenida Alvear, en pleno barrio de la Recoleta, y que fue conducido por el animador Julián Weich, también se difundió el trailer del documental "El Otro camino a las Islas", en el que se muestran los cuatros viajes de Diego, Segonds y otros veteranos a Malvinas. Los primeros segundos muestran imágenes de archivo de la manifestación en Plaza de Mayo el 2 de abril de 1982, cuando el pueblo argentino apoyó la invasión de las Malvinas. Eso provocó la emoción de Alejandro.
"Yo era colimba. Escuché la invasión a las cuatro de la mañana en el cuartel y dije: «Qué locura». Después me enteré de la manifestación y pensé: «Más locura». Cuando volví a mi casa, justo llegaban mis viejos con las banderitas. Les pregunté de dónde venían y me dijeron que de la plaza. «¿Cómo que fueron a la plaza?», les recriminé. Yo era consciente en aquel momento de lo que significaba. Si hubiese muerto, no se habrían perdonado nunca haber ido a la plaza, porque era la significación de que ellos me habían mandado a matar".
En aquel viaje, 30 años después de la Guerra, Alejandro Diego visitó el cementerio de los soldados argentinos que murieron en combate. "Yo enterré a cuatro personas, no en ese cementerio, sino en los campos de batalla, pero estaban ahí. Fue muy fuerte. Me tiré al piso, lloré, me comuniqué con ellos. Y ese fue el punto de quiebre. Lo que me transmitieron fue: «No morimos para que las Malvinas sigan siendo argentinas, morimos para decirles basta de guerras»". Desde ese día, es veterano de paz. "Ese mote me lo puse yo. Me encanta el desafío. Mi misión es hermanarnos".
 El 16 de septiembre, cinco días antes del partido, el Sumo Pontífice recibirá a los organizadores en el Vaticano y bendecirá la iniciativa.

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